El triángulo Marbella-Fuengirola-Estepona (y, por extensión, las localidades limítrofes) lleva meses sufriendo las consecuencias de la implantación de más de una decena de organizaciones internacionales vinculadas a la delincuencia: narcotráfico, sicariato, extorsión, robos con violencia, lavado de dinero, etc.